En estos casos es complicado determinar que un caso puede ser o no, ya que no existe una legislación consolidada y depende de cada caso concreto.
La reglamento laboral recoge la definición legal del accidente de trabajo en el artículo 156 de la Ralea Militar de la Seguridad Social, indicando al propósito que:
Esta prestación es gestionada por la mutua colaboradora con la Seguridad Social y generalmente cubre el 75% de la almohadilla reguladora del trabajador. Algunas empresas, según el convenio colectivo aplicable, pueden complementar esta prestación hasta el 100% del salario.
En segundo zona, la contusión debe haberse producido «con ocasión o por consecuencia del trabajo». Esto significa que debe existir un nexo causal directo entre la actividad laboral y el daño sufrido. La ley pone énfasis en esta relación de causalidad, destacando que no todas las lesiones ocurridas en el punto de trabajo pueden considerarse automáticamente como accidentes laborales.
Esta excepción tiene un carácter preventivo, sin embargo que rebusca incentivar a los trabajadores a cumplir con las normas de seguridad y a actuar con responsabilidad en el entorno laboral. Sin bloqueo, es importante distinguir la imprudencia temeraria de la imprudencia profesional.
La razón detrás de esta cobertura es que la actividad sindical es considerada una parte integral de los derechos laborales, y por lo tanto, las lesiones sufridas en este contexto deben ser protegidas.
La justicia ha ampliado en varias ocasiones el concepto de in itinere, cubriendo incluso situaciones como accidentes que ocurren cuando el trabajador hace una pequeña parada no habitual pero justificada, como resistir a sus hijos al colegio en el camino al trabajo.
La prevención de accidentes laborales es una responsabilidad compartida entre empleadores y empleados. La ley exige que las empresas implementen medidas preventivas para asegurar la seguridad de sus trabajadores.
Del mismo modo, todas aquellas enfermedades intercurrentes que constituyan complicaciones a causa del accidente de trabajo. Ahora bien, para ser considerada como enfermedad intercurrente debe existir una relación de causalidad entre el accidente laboral primero y la enfermedad derivada.
Las enfermedades intercurrentes son aquellas que surgen como una complicación derivada de un accidente laboral previo. Estas enfermedades o complicaciones son consecuencia directa del accidente original y, por lo tanto, se consideran una extensión del mismo.
No se considera accidente laboral el infarto sufrido en el vestuario de la empresa. La legislación ha considerado que no baste para que actúe la presunción de laboralidad con que el trabajador se halle en los vestuarios de la empresa cuando ocurre el episodio, que es punto de trabajo a estos posesiones, o en la obra, sino que el término legal de tiempo de trabajo contiene una significación más concreta, referida a la indigencia de que el operario se encuentre en su puesto de trabajo, en el que se presume que se ha comenzado a realizar algún tipo de actividad o esfuerzo, físico o intelectual. (Tribunal Supremo Sala 4ª, S 20-12-2005, rec. 1945/2004)
Por ejemplo, si un trabajador decide ignorar deliberadamente las instrucciones de seguridad proporcionadas por la empresa, como no utilizar el equipo de protección personal obligatorio al manejar maquinaria peligrosa, y sufre un accidente, este incidente no se considerará un accidente laboral.
Guisa indirecta: Existencia de actos íntimamente ligados con la relación laboral que provocan la herida. El ejemplo más claro es el trabajador que tiene un accidente de trabajo de camino al trabajo. Los llamados accidente in itinere
La índole reconoce que los trabajadores, en el desempeño de sus funciones, pueden encontrarse en situaciones donde se ven obligados a desempeñarse para prevenir un daño veterano o excluir vidas, y por lo tanto, las lesiones accidente de trabajo grave 1401 que sufran en estas circunstancias deben ser reconocidas y compensadas como accidentes laborales.